Rezar con los 5 dedos
La oración que enseñó el Papa Francisco.
1. El pulgar es el más cercano a ti. Así que empieza orando por quienes
estan más cerca de ti. Son las personas más fáciles de recordar. Orar por
nuestros seres queridos es "una dulce obligación".
estan más cerca de ti. Son las personas más fáciles de recordar. Orar por
nuestros seres queridos es "una dulce obligación".
2. El siguiente dedo es el índice. Ora por quienes enseñan, instruyen y
sanan. Esto incluye a los maestros, profesores, médicos y sacerdotes. Ellos
necesitan apoyo y sabiduría para indicar la dirección correcta a los demás.
Tenlos siempre presentes en tus oraciones.
3. El siguiente dedo es el más alto. Nos recuerda a nuestros líderes. Ora
por el presidente, los congresistas, los empresarios, y los gerentes. Estas
personas dirigen los destinos de nuestra patria y guían a la opinión
pública. Necesitan la guía de Dios.
4. El cuarto dedo es nuestro dedo anular. Aunque a muchos les sorprenda, es
nuestro dedo más débil, como te lo puede decir cualquier profesor de piano.
Debe recordarnos orar por los más débiles, con muchos problemas o postrados
por las enfermedades. Necesitan tus oraciones de día y de noche. Nunca será
demasiado lo que ores por ellos. También debe invitarnos a orar por los
matrimonios.
5. Y por último está nuestro dedo meñique, el más pequeño de todos los
dedos, que es como debemos vernos ante Dios y los demás. Como dice la
Biblia "los últimos serán los primeros". Tu meñique debe recordarte orar
por tí. Cuando ya hayas orado por los otros cuatro grupos verás tus
propias necesidades en la perspectiva correcta, y podrás orar mejor por las
tuyas.
sanan. Esto incluye a los maestros, profesores, médicos y sacerdotes. Ellos
necesitan apoyo y sabiduría para indicar la dirección correcta a los demás.
Tenlos siempre presentes en tus oraciones.
3. El siguiente dedo es el más alto. Nos recuerda a nuestros líderes. Ora
por el presidente, los congresistas, los empresarios, y los gerentes. Estas
personas dirigen los destinos de nuestra patria y guían a la opinión
pública. Necesitan la guía de Dios.
4. El cuarto dedo es nuestro dedo anular. Aunque a muchos les sorprenda, es
nuestro dedo más débil, como te lo puede decir cualquier profesor de piano.
Debe recordarnos orar por los más débiles, con muchos problemas o postrados
por las enfermedades. Necesitan tus oraciones de día y de noche. Nunca será
demasiado lo que ores por ellos. También debe invitarnos a orar por los
matrimonios.
5. Y por último está nuestro dedo meñique, el más pequeño de todos los
dedos, que es como debemos vernos ante Dios y los demás. Como dice la
Biblia "los últimos serán los primeros". Tu meñique debe recordarte orar
por tí. Cuando ya hayas orado por los otros cuatro grupos verás tus
propias necesidades en la perspectiva correcta, y podrás orar mejor por las
tuyas.
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