martes, 4 de marzo de 2014

DEJAME BUSCARTE, SEÑOR

DÉJAME BUSCARTE, SEÑOR
Y no dejes nunca de llamarme
no en la superficialidad donde no te escucho
y sí, en la profundidad de mi ser
donde el Tú y mi yo se abrazan.

 
DÉJAME BUSCARTE, SEÑOR
Porque, en el viento de la fe,
se sostiene tu llamada misteriosa
Y cuenta conmigo para algo
aunque, solamente Tú y sin mis débiles fuerzas
pudieras llevar adelante tu encargo.

 
DÉJAME BUSCARTE, SEÑOR
Para sentir que te sirvo y vivo
trabajando y respondiendo mil veces “sí”
para ayudarte a llevar la carga pesada de tu Reino.

 
DÉJAME BUSCARTE, SEÑOR
Y conocerte para amarte
y amarte para seguirte
aunque, el mundo, no me reconozca méritos
ni ponga aureolas a mis éxitos invisibles al ojo humano.

 
DÉJAME BUSCARTE, SEÑOR
Porque, cuando me llamas,
siento el privilegio de ser convocado
Porque, cuando pronuncias mi nombre,
sé que a algo bueno me invitas
Porque, cuando me interrogas: Qué buscas?
Tú sabes que…sólo a Ti te añoro
Tú sabes que…sólo a Ti te quiero.


DÉJAME BUSCARTE, SEÑOR
Dejando todo aquello
que obstaculice el que yo te encuentre
Alejándome de los ruidos
que me impiden escuchar tu voz
Ayúdame a estar siempre inquieto:
en permanente búsqueda
Enséñame a estar contigo:
y conocerte para nunca olvidarte
Envíame para servir amando:
y, contigo, siempre salvando.


Amén.

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